Me despertaba con la tímida luz de la mañana entrando por mi ventana, cuando aún con somnolencia me detengo a mirar tu cuerpo desnudo, con total convicción apoyo mi mano en tu vientre, tu piel me da un cálido recibimiento, haciéndome sentir en casa y mi mano con total naturalidad sale a caminar. Recorre plácidamente el camino, cuando ya con un poco de cansancio, duerme una siesta en el valle de tu pecho, ya con fuerzas renovadas decide hacer un poco de deporte, entonces nada en la profundidad de tu cuello, después de un par de largos, se dispone a jugar a las escondidas detrás de tu oreja y debajo de tu pelo, después de muchas vueltas, ve azomar algo en el horizonte y va a buscarlo, sintiéndose una pequeñes frente a la luz de tu rostro, cuando se decide a lanzarse en el oasis de tu boca, con decepción descubre que era un espejismo, cuando quiere encontrarte en tus ojos, ya solo eras un recuerdo.
Con un beso al aire me despido de vos, mirando la triste luz que hoy entra por mi ventana, convencido que serás feliz, estes donde estes.
*
Hay dos realidades una cuando se abrén los ojos y otra cuando se cierran.
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