Queda en tus manos

Hace un mes atrás, me encontraba aburrido no sabía que hacer para pasar las horas, buscando formas de matar el tiempo, comencé a pensar que podría ser cierto eso que una vez había leído sobre el poder que cada uno tiene en la mente, el problema son las emociones que enseguida te hacen perder la concentración, por eso se hace imposible usar los poderes sobre uno mismo o seres queridos.

Sin creer mucho en todo esto, me senté en el patio, comencé a liberar mi mente dejándome llevar por las nubes y los ruidos aletargados de la tarde. Ante mis ojos apareció ella, una chica hermosa, parecía tan real que casi podía tocarla pero yo no me encontraba en esa habitación y a la vez estaba en todas partes de la misma, hasta en los pensamientos de ella, un sentimiento de lo más extraño, podía ver la pantalla de la computadora que ella miraba, como buscaba un pasaje por internet hacia unas vacaciones diferentes, las que había querido toda su vida, por las que trabajaba las horas que hagan falta y se aguantaba al pesado del jefe, en ese viaje quería conocer a alguien. Al instante se me apareció él, un pibe rubio, no parecía de acá, la ciudad donde se encontraba me era extraña y lejana, el idioma en el que la gente hablaba no me era conocido, pero a través de él, lo entendía sin problemas, podía recorrer toda la calle pero sin alejarme nunca de él y sus pensamientos, me repetía y se repetía que ya hacía un año que su ex-novia, se había ido, convirtiendo su vida en una existencia fantasmal, no había hora donde no la recuerde, ni nadie que pueda eclipsarla, solo se había dedicado a trabajar, el único lugar donde no pensaba, por lo que nunca se había tomado esas merecidas vacaciones, ya hasta en la empresa todos lo forzaban para que se aleje unas semanas, para que sea feliz, saque/sacó el celular y llamamos al trabajo, en un perfecto uso del idioma hablamos con responsables de recursos humanos, comentando que queríamos las vacaciones para el mes que viene y en poco tiempo le confirmaríamos la fecha, del otro lado del teléfono respondieron felices, diciendo que harían todo lo posible por darnos las vacaciones el día que pidiéramos, casi por arte de magia  habíamos llegado a la puerta de una agencia de viaje, entramos, esperamos y cuando nos atendieron dijimos: "quiero viajar a Roma", al mismo tiempo pero en el otro lado del mundo, apoyaba mi mano sobre la de ella sin que ninguno pudiera sentirlo, y buscamos a través de internet un pasaje para Roma, ambos ese mismo día.

Obviamente a él le dieron la vacaciones y ella compró por internet sin problemas el ticket de avión, van a salir cada uno de su país, llenos de esperanzas e ilusiones, con ganas de conocerse, pero solo hay un segundo para hacerlo, cuando hayan desembarcado, se estén por subir al taxi, ambos van a querer tomar el mismo, y ahí se verán por primera vez, ese es el momento será el único que tendrán para conocerse.

Hoy es el día, en un rato estarán yendo al misma taxi, cuando levanten la vista y se miren...

De ahora en más queda en sus manos/poderes queridos lectores las emociones ya no me dejan seguir con la concentración, falta poco tiempo, confío en ustedes.

Valle

El llegaba descalzo, como los que perdieron los zapatos apostando a caminos sin salida.

Ella salia de entre las rocas, como una extraña pero bella flor silvestre.

Se encontraron en la base de la montaña, como los que han pasado varios derrumbes.

Decidieron escalarla, como los que se aventuran a un camino tan imposible como maravilloso.

A mitad de camino desistieron de la idea, como aquellos que entienden que estar completo es unir las dos mitades.

Bajaron en silencio y se despidieron rápidamente, como esos que no se volverán a ver pero se llevaran siempre en el recuerdo y el corazón.

Reinos

Como cuento no me gusta mucho, pero lo divertido o interesante es que me tiraron unas cuantas frases y de ahí surgió este cuento, las agregué en un comentario, por si les interesa verlas.

Heredaba un imperio, aunque él habría preferido heredar abrazos, lo llamaban despectivamente el principito, aquellos que se decían conocerlo, que había nacido con todo servido y solo él sabía lo que había luchado por ser querido. En la soledad de la cima donde estaba ubicado sin nunca haberlo pedido, no había conocido la amistad, ni el amor, todo llegaba desde lejos, si la pureza quedara a las puertas de su mansión, esa que le parecía tan ajena.

La vieja mucama de toda la vida estaba ya anciana, entonces hubo que traerla a élla para ayudar, él se perdió en sus ojos obscuros cuando la vio. Nunca había pasado mucho tiempo en su cocina, pero una extraña fuerza lo llevaba a frecuentarla últimamente, descubrió que en las charlas con élla hasta altas horas de la noche, había descubierto más sobre el mundo y sobre él de lo que había sabido toda su vida. Élla era mucho más que hermosa, era su amiga.

En las vacaciones de ese año, él se fue con élla, a conocer su familia al pequeño pueblito, a ese universo paralelo, donde no era el principito, donde no era nadie, donde era con élla, así disfrutando de las pequeñas cosas de la vida, fue jugando a crecer lejos del reino y del rey, no quería grandes casas, grandes imágenes de cartón, que solo quería grandes abrazos.

Descubrió que no necesitaba mucho para ser feliz, que los lujos materiales le habían apretujado el corazón todos estos años, que las luces de colores no brillan si no se comparten con otro, que el invierno es mucho más frío si no se puede abrazar, que el verano es agobiante sino se tiene con quién escapar a otra realidad, que su inspiración en pausa ahora era acción.

Esa noche donde la lluvia rompió la tranquilidad de la noche que los abrazaba, que los obligo a salir corriendo, intentando esquivar las baldozas flojas para no seguirse mojando, llegaron a la casa empapados, entraron entre risas e intentando no hacer ruido, cuando la distancia se hizo milimétrica y el amor los llevó a pasear en globo. Dos figuras se estiran al amanecer, después de esa noche de verano, donde el calor no dejaba dormir.