Al león

Puedo sentir el hielo de tu mirada, aunque no te vea,
sé que vendrás por mí, estas pensando en el triunfo,
te relames las garras, esta ya es tu jungla.

Sin moverme espero tu ataque, no por estar paralizado,
sino por que no respondo a tu odio,
no pertenezco a los sueños de tus fauces.

No temo, no por saber que puedo ganar,
sino por que aunque pierda, aunque desaparezca
sabré que nunca deje a tus nubes, tapar mi cielo.

Las tormentas pasan, la noche se hace día,
los huracanes terminan con una brisa,
tus rugidos acaban, donde empiezan las palabras.

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