Me gustas cuando hablamos y las horas son segundos, los temas interminables y nos atropellamos por contarnos, por conocernos. Cuando el día parece que va a ser gris y me lo iluminas en pocas palabras o aún sin hablar, con una mirada, con una sonrisa.
Me gustas más cuando te abrazo y no sé si siento latir mi corazón o el tuyo, cuando la gente se apaga y solo quedamos nosotros, cuando las avenidas parecen tranquilos brazos de un río, como un delta, donde se respira volver a casa y nunca queremos irnos.
Y no creo sea egoísta al decir, que me gusta poder ser yo cuando estoy con vos, que no hay caretas, ni frases dichas para quedar bien, no hay momentos forzados. Así también quiero que seas libre de ser como tu corazón te dicte y que juntos abrazamos este vértigo de vivir.
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