La conocí un día nublado, la tarde se había ido, mucho antes que de costumbre, era de noche, yo venía cansado de un día largo, coincidimos en el mismo viaje, y casi sin darnos cuenta, estábamos charlando, nos conocíamos de antes, pero era otra ella y otro yo, encontramos nuestros puntos en común y las divertidas diferencias, jugamos a caminar por el sol y por la lluvia.
Los días nos fueron acercando, las palabras se siguieron encontrando junto a las risas, un día en su casa, me llamo la atención un gran cofre, con una pesada cadena que mantenía perfectamente cerrado.
-¿Qué hay ahí? pregunté.
-No puedo decírtelo..., respondió ella.
La intriga me carcomía, pero las respuestas más importantes son huérfanas de preguntas, por lo que preferí callar y no volver a hablar del tema, el tiempo pasó y cada vez que veía el cofre, moría de ganas de saber que escondía.
Un día cuando terminamos de comer y la casa estaba en silencio, me dio una llave y me dijo, hoy mi secreto, es el tuyo, sin poder creerlo, me acerqué al cofre, el candado cedió rápidamente ante la llave y las cadenas hicieron un ruido seco al golpear el suelo, iba abriendo la tapa, cuando una luz cálida se asomó, podría haberme asustado, pero en cambio me invitaba a ver que se escondía, la tapa chocó contra la pared, al principió me encandilo, pero luego la luz desapareció, dejando a la vista, un par de pequeñas alas, las tome delicadamente, eran extremadamente suaves, la miré sosteniéndolas en mis manos.
-Sé que es difícil de entender, pero soy un hada...
Aún sin poderlo creer me acerqué y se las di, ella estiró el brazo y las tocó, instantáneamente estaban en su espalda, y poco después ella volaba, sobre mí.
Ahora es nuestro secreto me dijo, sentada sobre el placard.
A lo que respondí. -Gracias por compartirlo conmigo, pero no puedo ser parte de tu secreto, no puedo aceptar que vueles entre estas cuatro paredes, quiero que el cielo sea tuyo y yo estar ahí para verte tocar la luna.
No sirve de nada hacer una copia de la llave del candado,
lo que hay que hacer, es romper las cadenas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario