La ciudad estaba sola, o al menos eso parecía, era de noche y en sus muros, no había luz alguna recortando figuras, el silencio era total, una invitación, nos escondíamos atrás de unas grandes piedras esperando la señal, mi señal, parecía una misión fácil, volver a llenar de pasos los suelos y hasta dormir bajo su techo, todo era tan perfecto que no parecía real, parecía una trampa a punto de cerrarse sobre nosotros, que cual animales nos acercábamos, debía dar la orden, ya no restaba tiempo, conquistar o seguir siendo parte del silencio y su eternidad.
Charge!
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