Nos encontramos como se encuentra a la mayoría de las cosas, sin buscarlas, creimos que tomar una birra en el mismo lugar era una buena idea, charlamos de eso que se charla cuando no se sabe de que, de nosotros, de la vida misma, de como llegamos a estar sentados en ese lugar ese día. Vos venías de cualquier lado, yo seguramente volvía de cualquiera, jugamos como juegan aquellos que perdieron varias veces, cuando el croupier cantó negro el 17. Vimos que el otro estaba tan solo como nosotros y pensamos cuanto más llevadera es la vida juntos, llegaron los vientos y dijimos cuanto más fácil se superan si nos abrazamos. Probamos que para construir no se necesitaba arquitecto, ni plano, ni ladrillos... Así empezamos a edificar, levantamos paredes sin ponerle cemento, si no teníamos ladrillos. Pero la lluvia nos mojaba menos cuando no encontramos techo, el mundo era más claro si lo veiamos al mismo tiempo, no teniamos puerta pero ya habíamos comprado un sommier. No teniamos cubrecama, ni colcha, obvio, si no había mejor forma de dormir que abrazados. Ibamos a comprar una ducha, pero nada superaba un baño de inmersión en los ojos del otro.
Nos mirabamos viendonos a nosotros mismos.
Nos besamos sin creer en el amor.
Nos despedimos sabiendo no volver sobre nuestros pasos.
Cuando por fin vi el paño de la ruleta, el tipo del chalequito ya estaba cantando.
*
Cuando no juego no pierdo, ¿Pero cúando gano?
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1 comentario:
hola dutri
gracias por pasar por mi blog
a mí también se me entiende más cuando escribo
no sabés la cantidad de cartas que mando por mi limitación de decir las cosas que siento en vivo y en directo!
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